CB 6000 (Cinturón de castidad)

Qué mejor que comenzar esta sección de juguetes con uno que lleva muy presente desde hace unos días, y que me sigue a todas partes. El amado (y a veces odiado) cinturón de castidad, un complemento muy atractivo para todo sumiso que tenga un poco de locura y mucho de entrega. En nuestro caso, compramos en su momento el denominado CB 6000, uno de los más populares que circulan por ahí, aunque hay todo un abanico de aparatos de numerosas formas y materiales. Sin duda, se trata de una opción muy recomendable gracias a sus diferentes tamaños de aro y a que resulta bastante cómodo (dentro de lo que significa llevar un aparatito enganchado ahí abajo día y noche).

SENSACIONES

Siempre hablo desde el terreno personal, así que espero que otras personas que lo hayan experimentado aporten sus propias experiencias para poder construir un relato más completo. Desde el primer momento, llevar un CB 6000 es ser consciente a cada instante de tu condición de esclavo. Aunque estés haciendo cualquier cosa, notas que está ahí, sientes un vínculo inmediato con la persona por la que lo estás llevando. Eres consciente de que tu parte más viril está encerrada en una pequeña jaula, por ella (o por él). A medida que pasa el tiempo, el deseo de complacer y servir aumenta. Lo malo del asunto es que te alegres demasiado, y tu pajarito quiera salir a volar. El CB 6000 puede llegar a ser doloroso cuando no se consigue controlar la erección (que, por cierto, puede ser una parte muy divertida del juego), aunque personalmente cada vez que me ocurre pasar este punto la propia presión sobre mi sexo hace que quiera crecer más y más.

Por otra parte, es difícil a renunciar así como así a la libertad física. Hay días que sentir esa excitación se vuelve más duro, e incluso se corre el peligro de que esta situación mental llegue demasiado lejos y genere rechazo. Llevar un cinturón depende mucho, muchísimo, del cuidado de la parte mental que se haga. Tanto por el lado del sumiso como por el del dominante. Para mí, saber que esa entrega es importante, que mi Ama aprecia y valora mi esfuerzo, es vital para que no sienta que estoy haciendo una tontería. Otro de los aspectos que me parece crucial es el del jugueteo. Hacer parte de las caricias y las torturas la propia jaula. Demasiada seriedad en la entrega hace que termine por dramatizar lo que estoy entregando, y puedo llegar a ser muy dramático. Por el lado sumiso, también es muy importante ser consciente de que se trata de algo que entregamos de manera voluntaria, y tratar de canalizar toda esa corriente de deseo frustrado en nuestros gestos y cuidados hacia el dominante.

ARMANDO EL APARATO

La primera vez que recibimos el CB6000, sentimos cierta congoja. ¡Parece un verdadero Transformer! Luego, una vez que a uno le explican el proceso, es mucho más sencillo de lo que parece y después de un par de veces no tiene pérdida. No obstante, me parece una buena idea tratar de describir el proceso en este punto para evitar esa sensación inicial a los que, como nosotros, son un poco impresionables.

1. Colocar el aro grande en la base de los testículos, con la parte abierta mirando hacia el ombligo. Por lo menos en nuestro caso, el CB 6000 tenía cinco aros de tamaños diferentes, y en su uso debe primar la comodidad para el esclavo (sobre todo si se quiere mantenerle en castidad un tiempo y no jugar con el un par de horas). Hay que ir probando el aro que más convenga antes de tenerle encerrado por periodos más largos.

2. Insertar la pieza con las dos barritas alargadas laterales en los agujeros finales del aro (mirando hacia la punta del pene).

3. Introducir una de las barritas redondeadas y alargadas en el agujero central de esta pieza. De nuevo, hay barritas con diferentes tamaños y su uso dependerá de la presión que queramos causar en los testículos. De nuevo, recomiendo comodidad ante todo. Para la tortura no hay más que provocar un poco y el pene hará el resto.

4. Insertar la pieza que cierra el aro con el agujero en el centro. El resultado debe ser un aro cerrado «herméticamente».

5. Colocar una de las piezas en forma de tubo en la barrita alargada que sobresale del aro. De nuevo, hay diferentes tamaños y tenemos que colocar la que se adecua al tamaño de la barrita alargada.

6. Ahora, hay que encajar la pieza grande que encierra nuestro pene y después se basa el candado por el agujero que atraviesa la barrita alargada.

7. El candado hace click. El sumiso tiembla al darse cuenta de dónde se ha metido.

Lamento no haber realizado más fotos de las piezas restantes… Pero el caso es que ahora mismo no están presentables, colocadas allí donde están. Espero acordarme de hacerles fotos cuando vuelva a ser libre. Por cierto, nunca he hablado de esto con otros sumisos, pero cada vez que mi Ama me empieza a encerrar sufro de una persistente hinchazón que puede alargar el proceso unos cuantos minutos… Así que para las Amas y Amos que vayan a probarlo y tengan entre sus manos unos perritos tan entusiastas como yo… Paciencia.

CONSEJOS PRÁCTICOS

-Embadurnar con aceite (por ejemplo el de Johnsons & Baby) para lubricar el sexo y la propia jaula antes de ponerla.

-La higiene es clave. Hay que ducharse diariamente y limpiar la zona apuntando con el chorro de la ducha directamente al interior de la jaula.

-También recomendaría utilizar bastoncillos de algodón de los que se usan para limpiar las orejas embadurnados con aceite. Lo bueno del CB 6000 es que tiene varias aperturas por las que podemos introducir estos bastoncillos y llegar a limpiar de manera correcta la zona.

-Mantener una llave escondida en la casa siempre es una buena opción, para que el sumiso pueda acceder a ella en caso de urgencia.

-Si las molestias son persistentes, quitar el CB. Siempre se puede descansar unas horas y volver al ataque.

-Buscar siempre el equilibrio entre la prisión y la comodidad, para que el esclavo no pueda escapar pero tampoco sufra de más.

-Los candados de plástico son una solución excelente para pasar los controles de aeropuerto y para viajes más largos.

-En nuestro caso, después de un tiempo de uso la pieza principal se soltó por la unión del plástico. Utilizamos un pegamento indisoluble para volver a juntar la pieza (con mucho cuidado de que no quedara pegamento fuera de la unión) de los que se puede encontrar en cualquier hipermercado o ferretería. Hasta ahora, con buen resultado.

GUÍA DE COMPRAS

Los CB 6000 pueden situarse por encima de los 100 euros si compramos en tiendas o buscamos una calidad mayor. Siempre que haya dinero, esta es la apuesta más interesante. Para los bolsillos más humildes, existen opciones mucho más económicas, alrededor de los 30 o 40 euros. Ejemplo de ello lo encontramos en eBay (la forma más rápida es buscar «chastity device» ). Eso sí, en estos casos hay que tener cuidado y comprobar que la construcción del CB es la correcta y no han quedado algunas aristas o salientes en el plástico que puedan dañar la piel del sumiso. Un ejemplo de CB 6000 en la tienda online lo podéis encontrar en este enlace. Aunque no lo compramos aquí, la caja se parece mucho a la que venía con nuestro aparatito y el precio se mueve por los mismos derroteros.